miércoles, 17 de octubre de 2012

El Baño


Entre los múltiples beneficios del baño se encuentran: permite al recién nacido disfrutar sin la limitación de la ropa y por ende sentirse más cómodo; es buen momento para que el bebé y los padres se conozcan, al tocarse y mirarse.  
Aquí te presentamos algunos trucos para que el baño de tu bebé sea una experiencia exitosa e incluso relajante.
¿Cuándo debes comenzar a bañarlo?
Informes de la Organización Panamericana de la Salud indican que el mejor momento para comenzar se da a los dos o tres días luego de la caída del cordón umbilical pero tanto a la frecuencia como a  la hora del baño, la deciden los padres.
Algunos especialistas aconsejan que se realice al medio día, para evitar cambios bruscos de temperatura, pero también se puede realizar antes de comer o antes de dormir para que el niño se relaje mejor. 

También ten en cuenta que es prudente hacerlo antes de comer, pues si lo hace después puede tener vómitos.
¿Pero qué pasa si el bebé rechaza el baño?
Esto puede ser índice de que se siente inseguro y desprotegido, el agua está demasiado fría o caliente o  lo sumergieron con excesiva rapidez.
¿Cómo medir la temperatura? 
El agua debe estar tibia. Una sencilla forma de medirla consiste en tocar el agua con el codo, el no percibir ni frío ni calor indica la temperatura adecuada.

Cuida de no tener las ventanas abiertas ni ventiladores cerca para que el bebé no se destemple al entrar y salir del agua. 
Dos consejos que no debes pasar por alto con respecto a la seguridad para el baño:
Jamás dejes a tu bebé sólo, ni siquiera por un segundo. Si suena el teléfono o alguien toca a la puerta, ignóralos y termina el baño. Los accidentes pueden ocurrir rápidamente. 

Siempre sostén la cabeza del bebé mientras lo bañas; un bebé cubierto de jabón puede resultar resbaladizo.
 


Cómo bañarlo
1- Utiliza un recipiente pequeño con agua corriente a la temperatura indicada.
2- Coloca a tu alcance todo lo que necesitas.
3- Lávate las manos con un jabón desinfectante antes de proceder.
4- Para ubicarlo levanta su espalda y cabeza con tu brazo, luego sostén la cabecita y recargue la espalda en su antebrazo. Esta posición le dará al bebé una sensación de seguridad.
5- Para la limpieza de la cara usa únicamente agua y sécala enseguida y para los oídos no utilices hisopos.

6- Por último sécalo con una toalla limpia y suave.

No hay comentarios:

Publicar un comentario